Se trata de una campaña basada en una supuesta empresa, Revívelo, que se dedica a la implantación de recuerdos en la memoria de la gente. Para vender sus servicios, la compañía se presenta con un spot de televisión en el que ofrece sus servicios asegurando que se trata de una intervención indolora, que no produce efectos secundarios, ni deja secuelas. Eso sí, la tecnología no parece muy depurada porque al final del spot una cola añade que se buscan voluntarios para un test pionero. El anuncio recuerda en tono y temática a algunas películas clásicas de ciencia ficción, una mezcla de Desafío Total, Abre los Ojos y Matrix.
La propuesta no parece muy creíble, por supuesto, y seguramente nadie creerá que tal compañía exista, pero sí suscita una pregunta que no parece tener respuesta sencilla: ¿qué marca se esconde tras el anuncio? No se sabe, ni se sabrá. Se trata de un teaser extremo. Atrápalo no aparece en el anuncio, al menos aparentemente, ni aparecerá posteriormente en un segundo spot dando solución a las incógnitas planteadas, porque no habrá un segundo spot. Si alguien quiere respuestas, deberá ir a buscarlas. ¿Dónde? Allí donde habitualmente uno va a encontrar las respuestas: en internet.
Por primera vez en una campaña se emplea la televisión como parte inconclusa de un proyecto de comunicación global. La televisión, como medio masivo, sirve para generar curiosidad, para plantar preguntas, para lanzar la intriga. Internet, como entorno ubicuo, siempre a nuestra disposición, sirve para resolverlo. La campaña en televisión, por lo tanto, genera un grupo de gente con preguntas sin respuesta, necesitada en encontrar la solución, e internet genera un segundo grupo de gente que tiene la solución y con la necesidad de contarlo. El objetivo de Atrápalo es poner en contacto ambos grupos, en su página en Facebook, que es lugar donde se producen hoy en día la mayoría de los encuentros y donde suceden gran parte de las conversaciones.
Será en internet, en sus espacios sociales (En su página de Facebook, su perfil de Twitter y a través del hashtag #revivelo) en el web de Atrápalo, o en el site de Revivelo.com, donde los curiosos descubrirán que, efectivamente, cuando viajamos implantamos en nuestra memoria experiencias que jamás olvidaremos, que es un proceso indoloro -aunque dado el espacio de los asientos de los aviones, algo incómodo-, y que cada uno puede escoger el tipo de implante que desea para disfrutar durante unos días una experiencia que jamás olvidará. Allí también descubrirá que los voluntarios requeridos para el test de implantes de recuerdos, en realidad optan por experimentar viajes a los destinos exóticos de manera gratuita, y de este modo tener la oportunidad de almacenar recuerdos que difícilmente nunca más podrán borrar de su mente.
En realidad, será en internet donde descubrirá que nada de lo que se decía el spot, era falso, sino simplemente ambiguo.
La campaña, ideada por DoubleYou, integra televisión, prensa y campaña online, que son los medios donde se lanza Revívelo, y plataformas web y espacios en redes sociales, que es donde Revívelo se transforma en Atrápalo.
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