martes, 14 de junio de 2011

Atrápalo lanza hoy en televisión una campaña teaser que jamás será resuelta

Se trata de una campaña basada en una supuesta empresa, Revívelo, que se dedica a la implantación de recuerdos en la memoria de la gente. Para vender sus servicios, la compañía se presenta con un spot de televisión en el que ofrece sus servicios asegurando que se trata de una intervención indolora, que no produce efectos secundarios, ni deja secuelas. Eso sí, la tecnología no parece muy depurada porque al final del spot una cola añade que se buscan voluntarios para un test pionero. El anuncio recuerda en tono y temática a algunas películas clásicas de ciencia ficción, una mezcla de Desafío Total, Abre los Ojos y Matrix.



La propuesta no parece muy creíble, por supuesto, y seguramente nadie creerá que tal compañía exista, pero sí suscita una pregunta que no parece tener respuesta sencilla: ¿qué marca se esconde tras el anuncio? No se sabe, ni se sabrá. Se trata de un teaser extremo. Atrápalo no aparece en el anuncio, al menos aparentemente, ni aparecerá posteriormente en un segundo spot dando solución a las incógnitas planteadas, porque no habrá un segundo spot. Si alguien quiere respuestas, deberá ir a buscarlas. ¿Dónde? Allí donde habitualmente uno va a encontrar las respuestas: en internet.
Por primera vez en una campaña se emplea la televisión como parte inconclusa de un proyecto de comunicación global. La televisión, como medio masivo, sirve para generar curiosidad, para plantar preguntas, para lanzar la intriga. Internet, como entorno ubicuo, siempre a nuestra disposición, sirve para resolverlo. La campaña en televisión, por lo tanto, genera un grupo de gente con preguntas sin respuesta, necesitada en encontrar la solución, e internet genera un segundo grupo de gente que tiene la solución y con la necesidad de contarlo. El objetivo de Atrápalo es poner en contacto ambos grupos, en su página en Facebook, que es lugar donde se producen hoy en día la mayoría de los encuentros y donde suceden gran parte de las conversaciones.

Será en internet, en sus espacios sociales (En su página de Facebook, su perfil de Twitter y a través del hashtag #revivelo) en el web de Atrápalo, o en el site de Revivelo.com, donde los curiosos descubrirán que, efectivamente, cuando viajamos implantamos en nuestra memoria experiencias que jamás olvidaremos, que es un proceso indoloro -aunque dado el espacio de los asientos de los aviones, algo incómodo-, y que cada uno puede escoger el tipo de implante que desea para disfrutar durante unos días una experiencia que jamás olvidará. Allí también descubrirá que los voluntarios requeridos para el test de implantes de recuerdos, en realidad optan por experimentar viajes a los destinos exóticos de manera gratuita, y de este modo tener la oportunidad de almacenar recuerdos que difícilmente nunca más podrán borrar de su mente.


En realidad, será en internet donde descubrirá que nada de lo que se decía el spot, era falso, sino simplemente ambiguo.

La campaña, ideada por DoubleYou, integra televisión, prensa y campaña online, que son los medios donde se lanza Revívelo, y plataformas web y espacios en redes sociales, que es donde Revívelo se transforma en Atrápalo.

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viernes, 3 de junio de 2011

Dos hombrecillos desde una realidad paralela

(Podrás encontrar este mismo artículo en la edición en papel de la revista Yorokobu del mes de junio).

Tengo grabada en mi cabeza la imagen de dos curiosos hombrecillos. Aunque hay pruebas de que hemos establecido contacto, aún me cuesta creer que sean reales. Se hacen llamar The Yes Men y vienen de una realidad paralela. O eso creo.

Tras un tiempo siguiéndoles la pista, he descubierto su misión: corregir la identidad de las empresas que se comportan equivocadamente en nuestra realidad. No entiendo nada de física cuántica pero imaginaba que, a través de una especie de agujero de gusano o alguna fisura del sistema, The Yes Men se han ido colando momentáneamente en nuestro lado para intentar evitar que este mundo se vaya a la mierda.

Foto de ItzaFineDay

En uno de nuestros contactos, Andy Bichlbaum y Mike Bonanno -sus nombres secretos cuando cruzan a nuestra realidad- me confesaron que “seguramente el comunicado de Dow Chemical emitido en directo por la BBC” fue su aparición “más efectiva y con mayor alcance”. Dow es la empresa responsable del desastre de Bhopal, India (1984), una catástrofe química que provocó la muerte a miles de personas. Cuando se cumplían veinte años de la desgracia, Andy se hizo pasar por un portavoz de la compañía, anunciando que, por fin, la empresa asumiría responsabilidades. Para cuando los auténticos portavoces de Dow desmintieron sus declaraciones, ya habían perdido 2.000 millones de dólares en bolsa.

Desde entonces, cada vez que han sido vistos en nuestra realidad, han hecho temblar a corporaciones como ExxonMobil (2007), BP (2008), o General Electric (abril de 2011), sin que ningún medio de comunicación se diese cuenta de que quienes hablaban ante sus cámaras no eran ejecutivos sino activistas utilizando técnicas afines al situacionismo.

Cada vez que oía hablar de ellos pensaba que saltar de una realidad a otra para trastocar los planes de entidades tan poderosas debía de tener sus implicaciones pero, por lo que me han explicado ellos mismos, nada grave. “Recibimos algunas cartas legales, pero no han sido problema. Estamos siendo demandados por la Cámara de Comercio de Estados Unidos, pero tampoco es un problema porque tenemos asistencia legal gratuita de la EFF” (Electronic Frontier Foundation), una organización sin ánimo de lucro que trabaja en defensa de los derechos y libertades civiles en el mundo digital.

Está claro que se lo montan bien. Irrumpen sembrando el caos, generalmente de manera divertida, bromeando, como si quisieran despertarnos de nuestro letargo, de ese “deseo de dormir” que padece la sociedad moderna, como afirmaba Guy Debord, el padre del situacionismo y autor de La Sociedad del Espectáculo (1967).

Debord afirmaba que “lo que ha sido representado como la vida real se revela simplemente como la vida realmente espectacular”. El espectáculo sustituye, pues, a la realidad. The Yes Men sigue las reglas del juego de la sociedad moderna y se convierte en un actor dentro de ese espectáculo. Su labor no es mentir, sino representar lo que las empresas deberían estar haciendo.

“Pensábamos que siendo como un espejo para la gente a la que estábamos criticando, diciendo “sí” en su propio terreno, podríamos conocerles mejor”. No sé si el espejo es el puente que utilizan para cruzar ambas realidades, pero al menos me ha quedado claro de dónde viene ese nombre de superhéroes.

OTROS SERES

De un tiempo a esta parte he percibido ciertas irregularidades en nuestra realidad, lo que me lleva a pensar que The Yes Men no son los únicos seres que se cuelan en este lado. Sospechaba que colectivos como ImprovEverywhere, causantes de escenas como Frozen Grand Central oNo Pants Subway Ride también saltan entre ambos mundos, así que se lo comenté a Mike. “¡Nos gusta mucho lo que hace ImprovEverywhere! Estaría bien que en sus acciones hubiera un poco más de componente político, pero son muy divertidos”- me dijo. Y ¿qué hay de Sacha Baron Cohen -Ali G, Borat, Bruno-? -“Nos encantan sus gilipolleces. El trabajo que hizo, especialmente con Ali G, poniendo en ridículo a poderosos políticos, fue genial”.

Todos ellos realizan pranks (bromas embarazosas) o hoaxes (bulos). Unos usando el humor de manera más trascendente o más próxima al détournement anticapitalista y otros menos trascendente o más próxima a la performance artística, pero todos mezclando crítica social con producción cultural en distintos porcentajes. Resulta evidente que este enfoque, basado en el entretenimiento, el asombro y la diversión, hace que la crítica sea más digerible y contagiosa y seguramente sea la clave de su éxito. “Puede haber cosas graciosas que lleguen a la gente o puede haber cosas poéticas que también lleguen a la gente. No hay reglas estrictas sobre cómo conseguirlo. Lo que funcione, es lo que será mejor”, opina Mike.

MENSAJE PARA ESTE LADO DE LA REALIDAD

Dado su profundo conocimiento sobre medios de comunicación, creatividad, redes sociales y guerrilla, me preguntaba si serían capaces de pasar una larga temporada en este lado de la realidad, asesorando a marcas para mejorar nuestro mundo. Sin embargo, y muy a mi pesar, Mike fue tajante: “Las estrategias de marca son parte del problema” y si tuviera que pensar en una marca con la que colaboraría The Yes Men, “sería The Pirate Party”, un partido político internacional, con representación en el Parlamento Europeo, que aboga por reformar las leyes de propiedad intelectual, el derecho a la privacidad en internet y la transparencia de las administraciones, más conocido por colaborar recientemente con Wikileaks.

En su lado de la realidad, no existe el marketing. A quienes se dedican a ello en nuestro mundo, les lanzan un recadito: “dejad vuestros trabajos y poned todo lo que tenéis, cada pizca de vuestra energía en salvar el planeta, parar el cambio climático y traer justicia social a esta tierra. Os sentiréis mejor y viviréis más”.

Si te lo estás pensando, ahora The Yes Men empieza a “trabajar con organizaciones que tengan campañas específicas” así que, si formas parte de una organización o quieres colaborar en las sesiones de brainstorming, puedes ponerte en contacto con The Yes Lab y podréis “afrontar las cosas juntos”.


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