Los nativos digitales no pasan de 22 años. Para nosotros, como inmigrantes digitales, nos resulta “difícil entender su percepción diferente de tiempo, espacio, compromiso, privacidad de las relaciones o su propio rol en la sociedad”.
Hace unos días empezó así una conversación con Miriam, una amiga que trabaja en Synovate (una de las empresas que forman parte del Top10 global de Investigación de Mercados) y así seguía:
- MIRIAM: El crecimiento de las Tecnologías de la Información ha creado una necesidad constante de inmediatez. Perder el tiempo no es una opción para ellos. Los nativos digitales tienen una voracidad temporal insaciable y muy baja tolerancia al aburrimiento y los tiempos vacíos.
-JESÚS: Cojonudo. Hagamos cosas para rellenar su tiempo. Entretenimiento. Como dicen en FarFar, seamos "Time bandits"(ladrones de tiempo).
- M: Son multitask. El 75% come mientras ve la televisión, el 55% utiliza el móvil, y un 48% navega por Internet al mismo tiempo. Conseguir su atención requiere saber utilizar de forma eficiente el reducido espacio que nos van a dedicar. El mundo de las aplicaciones es un claro ejemplo de cómo están accediendo a los contenidos más interesantes. Ellos eligen.
- J: Perfecto. Hagamos campañas integradas. Que nos vean allá donde pasen tiempo, aunque no sean estrictamente medios de comunicación. Captemos su atención ofreciendo algo de su interés y, una vez conseguido esto, que se relacionen y se impliquen con nosotros a través de Internet.
- M: Es un target especialmente informado y racional, crítico y exigente, con una actitud muy funcional que se aleja de los estereotipos revolucionarios. Son prácticos y conservadores. Están demasiado “asustados” de poder perder lo que sus padres han conseguido para ellos. Sus mayores preocupaciones son, por este orden: educación, salud, trabajo y amor.
- J: ¡Qué más puede pedir un publicitario! Formémosles, démosles cosas útiles y hagamos que puedan relacionarse. Eso sí. Seamos, de una vez, prácticos y honestos. ¿Por qué no una “nueva publicidad” pedagógica?
- M: Opinan y buscan consejo de sus iguales en la red. El contenido generado por usuarios es lo más visitado. Su presencia continua en la red implica una idea de privacidad muy distinta de la percepción más adulta.
- J: Si son exhibicionistas y voyeurs y se fían de la gente más que de las marcas, no les vendamos la moto. Hagámosles hablar de la moto. Empecemos la conversación y que ellos la sigan. ¡Viva la Web 2.0.!

- M: Para ellos no hay distinción entre su vida “real” y su vida “virtual”, un concepto claramente propio de una mentalidad inmigrante que sigue aferrado a mantener esta dicotomía.
- J: Mmmmm... ¿había dicho…integración?
- M: El reto para las marcas es entender a un joven en mutación constante, adaptándonos a sus necesidades desde un rol de facilitador. Diversión, honestidad, creatividad y respeto son algunas de las claves para acercarnos a este target.
- J: ¡Amén!
Dicho esto, empezó a hablarme de los “KIDULTS”. Pero de eso hablaremos otro día, que menuda parrafada nos hemos cascado.
Por cierto, todo esto que nos cuenta Miriam Pastor, tiene su base empírica en un estudio (Planet Edge) realizado por Synovate en jóvenes de 26 países y, aunque la conversación fue real, el post nace de ese texto. (Por eso Miriam habla tan raro :-D )