lunes, 3 de enero de 2011

Fotos que dejan huella (digital)

(Podrás ver este mismo artículo en Ling, la revista de Vueling Airlines, en el número de enero de 2011).

Cuando bajes de este avión, posiblemente tomes algunas fotos. Muchos de esos recuerdos serán compartidos en internet con amigos y familiares y, sin duda, dejarán huella en vuestras memorias. Lo que seguramente no habías imaginado es que las huellas digitales de esas fotos podrían ayudar a rediseñar las ciudades del futuro.

Cada foto subida a Flickr, Picassa o Panoramio deja rastros que pueden interpretarse: entre otros, la fecha, que sirve para ordenarlas cronológicamente, las coordenadas, que permiten geolocalizarlas, o el etiquetado, que las clasifica. Al analizar el acumulado de datos generados por los millones de usuarios de estas aplicaciones online, es posible obtener información sobre el comportamiento de las masas. Así lo muestran los proyectos de estos tres investigadores:

El ingeniero suizo Fabien Girardin consiguió obtener visualizaciones sobre el flujo de turistas en España rastreando su actividad en Flickr. Tras analizar los resultados del proyecto “Los Ojos del Mundo” (2007), en colaboración con el MIT (Massachussetts Institute of Technology) y la Universidad Pompeu Fabra, Girardin se mostró sorprendido porque “Barcelona actuaba como hub conectando fotógrafos del resto de la Península”. Además, se daba cierta “falta de relaciones -flujo de fotógrafos- entre España y Portugal".
Los Ojos del Mundo, (MIT + UPF)

Uno de los ingenieros fundadores de Skype, Ahti Heinla, lanzó en mayo “World Touristiness Map”, un mapamundi online coloreado según el volumen de turismo de cada área। Para ello, extrajo datos de Panoramio, un website dedicado a compartir fotografías de paisajes. “Me encanta viajar a sitios no demasiado turísticos pero interesantes. Creé este mapa para encontrarlos”, confiesa el estonio. Para realizar un proyecto como el suyo no hace falta haber desarrollado Skype. Según él, basta con tener “ciertos conocimientos de programación” y, sobre todo, “pensamiento creativo”.
World Touristiness Map, por Ahti Heinla

El californiano Eric Fisher intentaba averiguar “si la localización de las fotos revelaría algo sobre la forma en que la gente se movía”. En cuanto publicó los 100 mapas de las 100 ciudades con los resultados del proyecto “Geotaggers” (mayo’10), empezó a recibir comentarios en su galería de Flickr. Los usuarios “pensaban que se trataba de mapas de lugares visitados por turistas”, cuando en realidad no diferenciaba si los fotógrafos eran o no foráneos. Inmediatamente desarrolló la versión “Locals and Tourists” (junio’10) para investigar si había diferencias relevantes entre unos y otros. Las imágenes hablan por sí solas.

El mapa de Barcelona según Locals and Tourists, de Eric Fisher.
Los puntos azules son fotos de ciudadanos locales. Los rojos, de turistas.

En estos tres casos, las “huellas” proceden de fotos, pero existen otros rastros digitales que pueden usarse para estudiar el comportamiento colectivo. Por ejemplo, las tarjetas RFID, como Oyster Card en Londres, o Bicing en Barcelona. Girardin, que utilizó este servicio de alquiler de bicicletas para otro de sus estudios, asegura que “somos muy predecibles en nuestros patrones de movilidad”, aunque también cree que estos análisis pueden contribuir a “mejorar la forma en que planeamos y organizamos las ciudades”. El futuro podría pasar por un modelo en el que las ciudades fuesen rediseñadas tomando en cuenta estudios de comportamiento a tiempo real. De hecho “los principales actores de la industria de las Tecnologías de la Información (IBM, Cisco, Google, Microsoft…) están empujando hacia esa dirección”, nos explica el ingeniero. Por su parte, Heinla añade que las mediciones a tiempo real no son cosa del futuro: “ya es posible medir el tráfico de las autopistas rastreando a qué velocidad un móvil cambia de una zona de cobertura a la siguiente”.

Sin embargo, el exceso de optimismo alrededor de este tipo de análisis tiene algunos peligros. La invasión de la privacidad es uno de ellos, como reconocen los tres investigadores. Fisher nos recuerda que “afortunadamente, el geoetiquetado es una actividad voluntaria”. Mientras, Girardin argumenta que la privacidad “es un concepto en constante evolución que nosotros -y no la tecnología- negociamos y damos forma”. Otro de los peligros de los que alerta el suizo sería olvidarse de los humanos en la toma de decisiones. Confiar sólo en algoritmos para organizar las ciudades sería un error. “Ya hemos visto cómo han funcionado para detectar la reciente crisis financiera”.

Para dejar huella en la vida ya no hace falta plantar un árbol, tener un hijo, ni escribir un libro. Subir una foto puede ser suficiente. La próxima vez que subas una, tú mismo podrás evaluar si merece la pena renunciar a un pequeño espacio de privacidad a cambio de ser escuchado en una hipotética toma de decisiones sobre urbanismo. Será justo en ese momento cuando tú -“y no la tecnología”- negocies la noción de privacidad.


1 comentario:

  1. Sin duda las imagenes representan gran parte de lo que somos y como miramos a nuestro alrededor.
    Saludos

    ResponderEliminar

Related Posts with Thumbnails