¿Por qué no decir lo que realmente sentimos?, ¿por qué no hacer lo que nos dicta el corazón?, ¿por qué no preguntarnos quién va a salvar nuestras almas en una mañana soleada? Quizás porque es muy desagradable encontrarte un corazón deambulando desconsolado por la barra de un bar con un brócoli en la mano. Así de sencillo.
miércoles, 12 de noviembre de 2008
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No eres tu, soy yo...
ResponderEliminarPodemos ser amigos...
De verdad que te aprecio...
El fútbol son 11 contra 11..
JA!
Genial!!!
Por cierto, algo que contar???
sigfrid, deja al pobre Xavi, que se había emocionado, hombre ;-)
ResponderEliminaren el fondo soy un sentimental... ;(
ResponderEliminarBuenísimo!!!
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